martes, 18 de enero de 2011

¿QUÉ ES LA PROSPECTIVA? DEL MITO A LA REALIDAD SOBRE LA CONSTRUCCIÓN DEL FUTURO


Artículo central.
Miguel Angel Pérez Wong mperezwong@yahoo.com.mx
Resumen: diversos mitos y adjetivos se han construído en torno a la prospectiva. En el presente artículo se plantean los verdaderos postulados de la disciplina, así como su utilidad en un contexto donde la vertiginosidad del cambio hace cada vez más necesario el uso de la herramienta.
Palabras clave: prospectiva, futuro, escenarios, Construcción de Escenario, futurología, futuribles.
Todos los que pretenden predecir o prever el futuro son unos impostores, ya que el futuro no está escrito en ninguna parte: está por hacer. Felizmente el futuro está por hacerse, puesto que sin esta incertidumbre la acción humana perdería la esperanza de un futuro deseado (1).
La prospectiva parte de esta primicia donde el futuro no es algo único y predecible, por el contrario, es un espacio abierto donde se puede construir la voluntad del hombre. Así, rompe con otras formas de ver al futuro como algo establecido en donde la acción del hombre no tiene mayor influencia para cambiarlo, y por lo tanto es predecible, tal como lo establece la adivinación, la profecía, la astrología, e incluso, la ciencia ficción que son estudios del futuro que no pretenden construirlo, sino en contra parte, adivinarlo, predecirlo, imaginarlo o, en todo caso, soñarlo desde el punto de vista de la utopía.
Al respecto Juanjo Gabiña establece que: más que considerar al futuro como algo decidido de antemano, y que por consiguiente a quienes lo estudian solamente les queda el aliciente de poder develar aquello que guarda de misterio, el futuro es en una grandísima parte, fruto de nuestro esfuerzo y de nuestro sacrificio. En definitiva, de nuestra ambición y de nuestra voluntad (2).
De esta forma, la actitud prospectiva nace de una rebelión del espíritu contra el yugo del determinismo y el juego del azar (3) planteando que el futuro no está dado, que está por hacerse. Por lo tanto el futuro no es determinista, como lo establece la mitología griega y las tendencias, sino voluntarista, tal como lo plantea la Escuela de Pensamiento Prospectivista (francesa) que tiene su origen en la obra de Gastón Berger, Bertrand y Hugues de Jouvenel (4) allá por fines de la primera mitad del siglo XX.
Por su parte, en Estados Unidos de Norte América tiene lugar el nacimiento de la Escuela norteamericana sobre Estudios del Futuro (futurología). Ello de la mano de Ged Davis y Herman Kahn como estrategias de guerra durante la Segunda Guerra Mundial en el MIT y la Rand Corporation.
La diferencia esencial entre ambas escuelas es que mientras para la Escuela Francesa el estudio de lo que puede suceder sirve para actuar en consecuencia conforme a nuestro escenario deseado, para la Escuela Norteamericana el estudio del futuro sirve simplemente como un referente para conocerle mejor, sin algún deseo de llevar acabo una acción secundaría que nos lleve a construirlo o poder influir en él. Por ello, para esta Escuela de pensamiento sobre el futuro están al mismo nivel la ciencia ficción, la predicción, la astrología, los pronósticos, la profecía, la adivinación, etc. Todas ellas diferentes formas de estudiar el futuro que, junto con la prospectiva, son catalogadas por esta Escuela como futurología o estudios del futuro, razón que los ha llevado a ser considerados como un avatar de la bola de cristal o variante de la Ciencia Ficción (5).
El mayor avance de la futurología es la prevención que toma frente a los acontecimientos de acuerdo con la previsión que hace de lo que puede ocurrir, tratando de adaptarse a los mismos y sin poder establecer las estrategias para cambiarlos, pues el construir un futuro a imagen del pasado le impide ver más opciones que la simple extrapolación de tendencias.
En cambio, la prospectiva no contempla un futuro único que salga de la prolongación e imagen del pasado, sino la posibilidad de futuros diversos y posibles (futuribles) dentro de un espacio libre e indeterminado donde la acción humana puede influir en él, por ello plantea que “el futuro no se prevé, sino se construye” (6). Así, la prospectiva apuesta por un futuro diferente del pasado, ya que los problemas cambian con mayor rapidez de lo que se tarda en resolverlos, y prever estos cambios es más importante que hallar soluciones que se aplicarían a problemas pasados (7).
LA PRÁCTICA PROSPECTIVA
La prospectiva es una disciplina técnico-metodológica que sirve como herramienta para la docencia, la investigación, el desarrollo profesional e, incluso, como pensamiento y forma de vida que nos lleva a construir desde el futuro escenarios tan deseables, como factibles.
Desde este punto de vista la prospectiva plantea anticiparse a los acontecimientos que pueden sucederse, sobre todo a aquéllos que nos son desfavorables para, en consecuencia, actuar en el presente tomando acciones que nos lleven a evitarlos y construir desde ahí nuestro mejor futuro posible.
Es una doble combinación de anticipación y proactividad en donde primero se delinea lo que puede acontecer en el futuro y, después, se actúa proactivamente en la construcción de nuestro escenario preferido. De esta forma la prevención deja de tener la mera utilidad de anticiparse al cambio y a posibles catástrofes económicas, políticas y sociales (por ejemplo), tratando de adecuarnos a ellas para que nos afecten lo menos posible. En cambio concibe un escenario deseado, así como los medios para conseguirlo (planeación prospectiva y prospectiva estratégica).
De esta forma la prospectiva rompe con las otras dos actitudes que se pueden tomar frente al futuro: inactiva y reactiva, e integra a la tercera (preactiva) en la cuarta (proactiva).
Las cuatro actitudes frente al futuro de R. Ackoff (8).- La actitud inactiva corresponde a no hacer nada frente al futuro, no se hace nada por dos razones, primero no se conoce qué va a pasar, niega que se pueda conocer; segundo, no tiene interés en realizar algo, el futuro es ineluctable.
- La actitud reactiva consiste en responder conforme el futuro va siendo presente, en ir reaccionando ante estas situaciones de manera inmediata con objeto de cambiar o transformar tales situaciones; frecuentemente esta es la actitud cuando por un lado no tenemos información y por otro lado los hechos desbordan nuestras posibilidades de reflexión y toma de decisión, o bien nuestra capacidad organizativa no da más que responder a lo inmediato.
- La actitud preactiva. En esta se tiene o se trata de prever el futuro, de adelantarse y conocer lo posible, con objeto de tomar acciones en el presente que permitan adaptarse ante este futuro que parece inminente.
- La actitud proactiva implica además de lo anterior, de prever el futuro, o mejor dicho los futuros, y que consistiría en una evaluación de los mismos con objeto de tomar en cuenta la acción individual y colectiva que puede modificar los futuros; y como son futuros de tipo social, su realización estaría condicionada a un diseño de tipo participativo del futuro, que se elige y no como en la situación anterior, se espera pasivamente para adaptarse.
La prospectiva aporta un camino organizado, metodológico, progresivo para adoptar las dos últimas actitudes, en particular la proactiva, por eso ésta es la actitud del conspirador que trata de provocar los cambios deseados (9) y no ve al futuro como algo determinado, ya hecho y sin posibilidad de ser cambiado o construido por el hombre.
De esta forma, como establece Jordi Sierra, la prospectiva es la ciencia que estudia el futuro para comprenderlo y poderlo influir. Aunque de hecho, es paradójicamente, una ciencia sin objeto de estudio que se mueve entre la necesidad de prever lo que puede ocurrir y el deseo de construir el mejor futuro posible (10).
Por otra parte, la palabra prospectiva tiene un origen latino. El verbo prospicere que significa mirar a lo lejos o desde lejos, discernir algo delante de uno (11). Y aquí debemos poner mayor énfasis en el verbo mirar que no significa lo mismo que ver. Nosotros podemos pasar la vida viendo las cosas, pero sin mirarlas realmente. Para esto, hay que fijar la mirada en un objeto y observarlo detenidamente para tratar de conocerlo o conocer la mayoría de sus partes.
Así pues, el objetivo de la Prospectiva es visualizar, mostrar lo oculto, hacer más claro aquello que no es fácil ver a simple vista y requiere de ampliar el foco visual para observar lo que hay más allá de las cosas. Para poder ampliar este foco y visualizar lo que puede o no ocurrir, la prospectiva se vale de la Construcción de Escenarios Futuros.
En prospectiva, se da el nombre de escenario a la descripción de una situación futura y del encadenamiento de eventos que haría posible pasar de la situación de partida presente a la situación futura descrita. Son relatos breves que pretenden expresar de manera clara y comprensible alternativas de futura evolución (12).
Un escenario es la representación de “una parte de la realidad” de manera ingeniosa, creativa, pero nunca es la realidad misma. La palabra escenario es tomada de las representaciones teatrales como un acontecimiento que sucedió (historia), está sucediendo (coyuntura), está o puede sucederse (futuro).
Desde este punto de vista podemos ver que los escenarios tratan de interpretar la realidad jugando con los tiempos, siendo en el futuro dónde la prospectiva centra sus fuerzas y objetivo contestando a la pregunta: ¿qué pasaría si…?
Francisco Mojica establece las siguientes condiciones en los escenarios para que su diseño sea válido:
- Coherencia: el relato debe estar articulado de manera razonable y lógica.
- Pertinencia: significa que los estadios previos deben estar articulados al tema principal y no a otro concepto.
-Verosimilitud: las ideas que contengan el relato deben pertenecer al mundo de lo creíble (13).
La clasificación de los escenarios se hace por dos tipos: por un lado tenemos los escenarios probables o exploratorios que son los determinados por las tendencias y se construyen proyectando el futuro a partir del pasado y presente y; por el otro lado tenemos a los escenarios alternos o normativos, los cuales parten del hecho de que además de los escenarios exploratorios existen otras alternativas en donde podemos encontrarnos, más allá de las meras tendencias. Por esa razón este tipo de escenarios van del futuro al presente viendo al primero como espacio libre y abierto, en donde desde un ejercicio prospectivo podemos construir nuestro escenario deseado.
La riqueza de un ejercicio prospectivo reside en la detección y diseño de los escenarios alternos, por la razón siguiente: el escenario probable nos indica para donde vamos. Pero para donde vamos no es necesariamente para donde queremos ir. Los escenarios alternos nos señalan que existen además otros rumbos y caminos, cuyo análisis nos facilita escoger el mejor (14).
Por otra parte, el método de escenarios es sólo uno de los diferentes métodos y técnicas de la prospectiva. Seguramente el más común y utilizado pero, no por ello el único, pues existen diversas técnicas y métodos para construir diferentes tipos de escenarios. De hecho, los prospectivistas plantean en diversos textos que para un problema en concreto, se puede aplicar de una amplia gama de estos una técnica o método prospectivo específico para resolverle. En todo caso se puede elaborar una nueva tomando algunos elementos de las ya existentes y/o combinando dos o más de estos.
Ahora, si bien es cierto que uno de los objetivos de la prospectiva es la construcción de escenarios para anticipar lo que puede o no sucederse, también lo es que no debemos confundir la palabra escenarios con el método de escenarios, pues como ya se dijo, este es uno de la basta gama de metodologías utilizadas por la prospectiva para la construcción de escenarios. De la misma forma, no se deben confundir escenarios con prospectiva, pues los primeros son sólo una parte de la segunda.
Acorde con lo anterior, Tomás Miklos ha elaborado un método prospectivo al cual denominó como “el método de escenarios sincréticos” (15), que plantea lo elaboración de cuatro escenarios: el probable, el catastrófico, el utópico y el futurible. Cada uno con probabilidades de realización, amenaza de impactos diferentes y continuación de futuros intermedios.
Para tal efecto, es preciso determinar que existen tres etapas dentro de la metodología: la primera consiste en determinar tiempos de ocurrencia, es decir, el lapso en que se ubica el fenómeno (realizar cortes y especificar las razones de estos); la segunda consiste en la elaboración del diagnostico en donde es necesario identificar y clasificar las “variables clave” y los distintos comportamientos de estas sobre el fenómeno de estudio; la tercera consiste en el diseño de los escenarios.
Ahora, para la elaboración de cada escenario se partirá de la contestación de las siguientes preguntas:
1.- Probable: ¿qué pasaría de seguir todo como está?
2.- Catastrófico: ¿qué pasaría de empeorar todo?
3.- Utópico: ¿qué deseo que pase?
4.- Futurible (futuro posible, factible): ¿qué puedo hacer para cambiar la tendencia, evitar la catástrofe y conciliar mi utopía?
Finalmente, la importancia de utilizar la prospectiva en el contexto actual se da porque “el cambio (económico, social y tecnológico) ocurre cada vez con mayor rapidez. Si nos anticipamos a él, estamos ganando ventajas comparativas de competitividad porque ya no seremos sorprendidos por el futuro, como simplemente, sí lo serán los demás” (16).
Notas:1) Coordinador de Estudios Estratégicos y de Investigación Prospectiva del Subnodo Futuro Mèxico. Editor de Prospecti...va construyendo futuros.
1) Godet, Michel. De la Anticipación a la Acción. Manual de Prospectiva y Estrategia. España. Editorial. Alfaomega-marcombo. 1995. Título original de la obra en francés, De l´anticipatión à l`action. Manuel de prospective et de stratégie. Traducido por: Pagés i Buisán, Emilia y Gavalda Posiello, Jaime. P. 1.
2) Gabiña, Juanjo, Precisión de Conceptos. En Mojica, Francisco (compilador), Análisis del Siglo XXI. Editorial Alfaomega. Colombia, 1998. p. 1.
3) Godet, Michel. Op. Cit, p. 1.
4)Estos tres filósofos de mitad del siglo XX son considerados, junto con Michel Godet, como los padres fundadores de la Escuela de Pensamiento Prospectivista.
5) Serra, Jordi, Imaginar el mañana. Documento, en http://www.ciencia.vanguardia.es/ciencia/portada/p371.html
6) Blondel, Maurice, citado por: Mojica, Francisco José. Determinismo y Construcción del Futuro. Ponencia pronunciada en “El III Encuentro Latinoamericano de Prospectiva UNESCO”. Río de Janeiro 20, 21 y 22 de septiembre de 1999
7) Michel, Godet, op. Cit., p. 2.
8) Ackoff, R, (1979), citado por, Rivera Porto, Eduardo, Una perspectiva de la prospectiva, 1997, México. Documento preparado en formato electrónico por el Centro Latinoamericano de Globalización y Prospectiva, en su calidad de Nodo Latinoamericano del Millennium Project.
9) Balbi, Eduardo Raúl, ¿Por qué investigar el futuro? En Prospecti…Va. Construyendo Futuros. No. 1. Año 1. Abril-junio de 2004. Revista electrónica: http://www.metadata.org.mx/subnodofuturomexico
10 )Serra, Jordi, op, cit. http://www.ciencia.vanguardia.es/ciencia/portada/p371.html
11) Godet, Michel, op, cit, p. 1.
12) Martínez, I. et al,. Algunas Técnicas Útiles en la Prospectiva. Documento elaborado para la Secretaría de Educación Pública por el Centro de Estudios Prospectivos de la Fundación Javier Barros Sierra A. C. Abril de 1987.
13) Mojica, Francisco, Determinismo y construcción de futuro, op, cit.
14) Ibidem.
15) Para construcción del futuro. Op., cit.una mayor profundización sobre este método consultar: Miklos, Tomás, Prospectiva. En Diagnóstico y Prospectiva de la Educación Superior en México. Edita Universidad Autónoma Metropolitana y H. Cámara de Diputados LV legislatura. México, 1994.
16) Mojica, Francisco, Determinismo y

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Seminario de Estudios Prospectivos de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México